Un dolor de muelas puede romper por completo tu rutina: es difícil masticar, hablar, concentrarse o incluso dormir.
Ignorar la incomodidad solo hará que la causa subyacente del dolor empeore, y después será más difícil tratar el problema. ¡Acude a tu dentista de confianza al primer indicio de dolor de muelas!
Caries
Una caries es un agujero en una muela causado por bacterias que carcomen el esmalte dental. Al principio, es posible que la caries no cause ningún síntoma, pero al final puede provocar dolor de muelas, especialmente si la caries se agranda y se acerca al nervio. Las caries son la principal causa de dolor de muelas en las clínicas dentales. Muchos pacientes suelen ignorar el problema, y después el dolor se vuelve insoportable.
Afortunadamente, las caries pequeñas pueden solucionarse fácilmente mediante empastes, pero cuando son graves y causan un dolor muy grande, el dentista puede optar por una endodoncia (para salvar el diente) o, en el peor de los casos, la extracción.
Caída de un empaste
El empaste de una caries puede desprenderse si se aplica demasiada fuerza en la zona o si el material se rompe. La descomposición alrededor o debajo de un empaste también puede causar roturas. Es posible que algunos pacientes ni siquiera noten que les falta el empaste hasta que muerden y la comida empieza a acumularse en la cavidad, causando dolor. El área también podría volverse sensible a la temperatura. Asegúrate de visitar a tu dentista de inmediato para que te vuelva a colocar el empaste.
Aparición de las muelas del juicio
Si tus muelas del juicio están intentando salir en una posición incómoda o sin suficiente espacio, definitivamente experimentarás dolor de muelas. Una vez que rompen la encía, tienes un mayor riesgo de inflamación dolorosa o infección en las encías, especialmente porque esas muelas son difíciles de alcanzar con el cepillo de dientes y el hilo dental.
Muchas personas se benefician de la extracción de las muelas del juicio, mientras que para otras el procedimiento puede ser innecesario, todo depende de la posición y del espacio dentro de la cavidad bucal. Si las muelas del juicio te están causando dolor, acude a tu dentista.
Infección
Cuando los restos de comida se quedan atrapados entre los dientes y no se eliminan correctamente, es posible que esas partículas terminen alojándose en las encías. Con el tiempo, esto crea inflamación, dolor e incluso puede producirse un absceso a lo largo de la línea de las encías, donde la comida y los desechos persistentes se descomponen, y provocan una infección. Puede aparecer hinchazón e incluso pus en el lugar del absceso. Cuanto antes se trate, mejor, ya que un absceso no tratado puede desencadenar enfermedad de las encías. Aquí te dejamos nuestro consejo amistoso: usa hilo dental todos los días.
Rechinar de dientes (bruxismo)
La mayoría de la gente que rechina los dientes ni siquiera se da cuenta de que lo hace, puesto que generalmente ocurre mientras dormimos. Las personas que rechinan los dientes empiezan a notar dolor en los dientes. Rechinar de dientes también se asocia con síntomas como dolores de cabeza, dolor en los músculos faciales y rigidez de mandíbula.
Rechinar puede incluso provocar la rotura de piezas dentales. Una de las soluciones para este problema es usar una férula de descarga nocturna hecha a medida.
Trastorno de la ATM
El trastorno de la ATM afecta a la Articulación Temporomandibular, la cual une el cráneo a la mandíbula y nos permite bostezar, masticar y hablar. La disfunción o el trastorno de esta articulación puede provocar un dolor en la mandíbula que se parece mucho a un dolor de muelas. El dolor es similar al dolor de rechinar de dientes, pero más cercano al oído.
Un signo revelador del trastorno de la ATM es sentir un chasquido al intenta abrir la boca. El dolor puede desaparecer por sí solo, o tu dentista puede recomendarte aplicar hielo en la zona dolorida. A diferencia de otras articulaciones, la mandíbula no se puede inmovilizar, pero podemos reducir su actividad evitando mascar chicle, por ejemplo. Algunos pacientes pueden necesitar cirugía, aunque esto es poco común.
Fractura dental
Tu dolor de muelas puede estar causado por una grieta o rotura de una pieza dental, generalmente por un impacto o haber mordido algo duro.
Dependiendo de la gravedad de la fractura, es posible que necesites una corona dental, una funda que cubra el diente roto, o un implante dental en Sevilla en nuestra clínica dental para reemplazar la pieza si está severamente dañada.
Llevas ortodoncia
Cualquiera que haya pasado por un tratamiento de ortodoncia, ya sea ortodoncia tradicional de brackets u ortodoncia invisible Invisalign, probablemente no se sorprenderá al sentirse un poco incómodo. Y esto tiene mucho sentido, ya que mover los dientes, aunque sea muy poco a poco, es doloroso: esencialmente, un tratamiento ortodóntico es una “forma controlada de lesión o trauma”. Los alambres de los brackets o las férulas de la ortodoncia invisible ejercen presión sobre el ligamento de la mandíbula, que vuelve a moldear el hueso y permite que los dientes se muevan.
Afortunadamente, tu dentista puede recetarte medicamentos antiinflamatorios durante las primeras 24 a 48 horas después de un ajuste de ortodoncia o colocar un nuevo alineador. Generalmente estas medicinas te ayudarán a aliviar algunas de las molestias, pero también debes hablar con tu ortodoncista si experimentas otros síntomas o dolor más intenso en las piezas dentales.
Retracción de las encías
Algunas personas con dientes sensibles padecen retracción de las encías, lo que provoca el desgaste del esmalte en la línea de las encías. Es como si el diente no tuviera protección, por lo que está expuesto a todos los elementos. El dolor no es continuo, pero aparecerá cada vez que los dientes estén en contacto con alimentos calientes o fríos.
La mayoría de los dentistas recomiendan cepillarse los dientes con una pasta de dientes especial para dientes sensibles. Esta pasta de dientes puede ayudar a fortalecer el esmalte con el paso del tiempo, pero debe utilizarse siempre. La sensibilidad, aunque es muy desagradable, no es exactamente tan molesta como el dolor. Por lo general, se desencadena por algo, como la temperatura, y no es espontáneo, como el dolor. Cada cual tiene un nivel diferente de tolerancia al frío y al calor.
Infección de encías
Es cierto que una infección de las encías no causa exactamente dolor dentro de un diente. Pero, en ocasiones, el cuerpo tiene dificultades para diferenciar el dolor de dientes del dolor de encías. En la etapa leve de enfermedad de las encías, llamada gingivitis, las encías pueden enrojecerse e hincharse, lo que causa cierta incomodidad. Por lo general, cepillarse los dientes y usar hilo dental con regularidad puede reducir este tipo de dolor dental.
Si no se trata, la gingivitis puede progresar a periodontitis, una forma más grave de enfermedad de las encías que crea bolsillos en las encías y se infectan, al igual que un absceso dental. Si tienes una inflamación molesta en tus encías, visita a tu dentista. Solo los profesionales de la salud dental pueden realizar un diagnóstico correcto y ofrecer tratamientos eficaces para estas dolencias.
Golpe en los dientes
Si te has dado un golpe en la boca recientemente (practicando algún deporte, tropezando o a causa de un accidente) probablemente quepa esperar un “ligero” dolor en los dientes. Pero a veces los dolores de muelas provienen de traumas o lesiones provocadas por golpes que no tienen relación directa “en apariencia” con la boca: por ejemplo, puedes haber tenido un accidente de coche donde te golpeaste la cabeza y eso podría haber causado una lesión en tu mandíbula o dientes, pero solo te fijas en un hematoma en la cara o en un labio cortado en un primer momento. El dolor puede aparecer incluso días después.
En otros casos, es posible que tengas dolor de dientes por desgaste o lesiones en los ligamentos que amortiguan los movimientos de la mandíbula al masticar. Afortunadamente, la mayoría de las lesiones leves de los dientes desaparecen después de un par de días, siempre y cuando no muerdas nada con demasiada fuerza, pero vale la pena visitar siempre a tu dentista para que pueda vigilar cómo evolucionan los síntomas con el tiempo.