Empezamos respondiendo a una de las preguntas más frecuentes sobre la dentición infantil: ¿en qué orden aparecen los dientes de leche?
Existen muchas dudas acerca de los dientes de leche, su influencia sobre la dentición definitiva y los cuidados específicos que necesita. Nuestros pediatras dentales responden a todas vuestras preguntas:
¿Cuántos dientes de leche hay en total?
Hay 20 dientes de leche (dientes deciduos) que salen durante los primeros años de vida de los niños. Los primeros en aparecer son los de la parte delantera de la boca (dientes anteriores); a medida que el niño crece, empiezan a erupcionar los dientes deciduos posteriores.
A continuación, te mostramos un gráfico que muestra el orden de aparición de los dientes de leche de acuerdo a la edad en meses. Notarás que los primeros molares de un niño salen antes que sus caninos o “colmillos”. Este es el orden habitual de aparición de los dientes temporales de los niños y no debería ser motivo de preocupación. Los dientes que tardan más en aparecer son los molares deciduos más posteriores.
¿Cuándo salen los dientes de leche?
Algunos dientes de leche salen mucho antes que otros, y algunos dientes tardan en erupcionar mucho más de lo normal. Esto no supone un problema, siempre y cuando el orden de erupción sea el correcto. Si te preocupa que los dientes de tu pequeño no estén saliendo en el orden en que se supone que deben aparecer o crees que se están demorando, lo mejor que puedes hacer pedir cita con tu odontopediatra para una revisión y asesoramiento.
¿Cuándo se caen los dientes temporales?
Todos los dientes de leche terminarán cayendo, generalmente entre los 6 y los 13 años. La secuencia de pérdida de los deciduos es prácticamente la misma que la de salida, como se puede apreciar en la gráfica. Además, es importante tener en cuenta que los primeros molares permanentes de un niño saldrán a los 6 años. Estos ya son dientes definitivos. No es necesario que un niño pierda ningún diente de leche para que salgan los molares de los 6 años: estos molares erupcionan en la parte posterior de los molares temporales y generalmente no producen ninguna molestia al romper la encía.
Cuando un niño pierde todos los dientes de leche de la parte anterior de la boca, los incisivos adultos que se abren paso a través de la encía a menudo aparecen detrás de los incisivos de leche. Normalmente esto no es un problema y la mayoría de las veces se soluciona animando al pequeño a moverse los dientes. A veces los dientes de leche necesitan ayuda para que caigan, por lo que es conveniente animar a los niños a que los muevan de vez en cuando, ¡moverlos suavemente, nunca arrancarlos!
Aunque un diente esté casi suelto, arrancarlo antes de tiempo puede dañar tejido sensible de la encía y aumentar el riesgo de infección, sangrado y dolor.
Muchos de nosotros recordamos haber tenido una “pequeña ayuda” a la hora de perder algún diente de leche cuando éramos pequeños. No era raro que nos ataran un hilo al diente que se movía y después amarrarlo a una puerta para acelerar las cosas. ¿Pero hicieron bien nuestros padres? La respuesta es NO.
Consecuencias de arrancar un diente de leche
Aunque un diente esté prácticamente suelto, arrancarlo antes de tiempo puede dañar tejido sensible de la encía. Además, se aumenta el riesgo de infección, sangrado y dolor.
Si un diente cae antes de que el diente permanente esté listo para reemplazarlo, los dientes circundantes pueden moverse hacia delante o fuera de su posición. Esto puede derivar en apiñamiento o generar espacios entre los dientes.
Los dientes apiñados o los dientes que se han desplazado pueden además causar una mala colocación de los dientes permanentes mientras salen. A esto se lo conoce como maloclusión y es muy probable que se necesite ortodoncia en un futuro para corregir esta alteración en la posición de los dientes y la mandíbula.
Cómo lidiar con un diente de leche que se mueve
Muchos niños comienzan a perder los dientes de leche alrededor de los cinco o seis años, haciendo sitio a los dientes permanentes que vendrán a continuación.
Lo mejor que podemos hacer es tener paciencia (padres y niños). Deja que tu pequeño juegue con el diente suelto, moviéndolo suavemente. Los niños, por naturaleza, tienen curiosidad por los dientes que van a caerse y a menudo juegan con ellos hasta que se caen por sí solos.
Los padres a menudo temen que sus hijos se traguen el diente cuando se suelte. Si esto ocurriera, ¡no pasa nada! Es altamente improbable que esto cause un problema dado que los dientes están hechos de sustancias naturales. Además, como los dientes son tan pequeños, es muy poco probable que tu hijo se atragante. ¡La única tragedia sería la decepción del Ratoncito Pérez!
Recordad: cuanto más preparado esté un diente de leche para caer por su natural, menor será el riesgo de sangrado, dolor e infección.
Si te preocupan los dientes de leche de tu hijo, pide cita con nuestro odontopediatra y te ayudaremos a resolver todas tus dudas.
Cepillar los dientes del bebé desde que aparecen, iniciará un hábito que se traducirá en unos dientes sanos de por vida. Es necesario cuidar de los dientes del bebé tan pronto como sean visibles en la boca, permitiéndote detener la caries antes de que aparezca.
Cepillar los dientes del bebé desde que aparecen, iniciará un hábito que se traducirá en unos dientes sanos de por vida. Los niños empiezan a dentar entre los 6 y los 12 meses de edad, y desarrollan 20 dientes antes de los 3 años.
Es necesario cuidar de los dientes del bebé tan pronto como sean visibles en la boca, permitiéndote detener la caries antes de que aparezca.
Por qué los dientes del bebé son importantes
Los dientes de leche ayudan a los niños a masticar la comida, pero además ayudan a formar palabras y sonidos para hablar. Cepillar los dientes regularmente con los productos adecuados reduce la placa bacteriana que forma la caries y previene la pérdida de dientes.
Los dientes de tu hijo también son necesarios para sostener el espacio en la mandíbula antes de la llegada de los dientes permanentes. Si desarrollan caries o se caen prematuramente, tu hijo puede sufrir un desarrollo inadecuado en la erupción del segundo conjunto de dientes, que se supone que les durará toda la edad adulta.
La caries en los dientes de leche necesita un buen tratamiento. Puede ser un proceso incómodo para tu hijo, por lo tanto, reduce la probabilidad de problemas con una buena higiene dental. El mejor curso de acción es cepillar los dientes del bebé todos los días y limitar el consumo de azúcares.
El comienzo de la dentición
Los bebés comienzan a mostrar signos de dentición antes de que los dientes de leche salgan. El primer diente puede salir a los seis meses, o a veces más adelante. Las encías de tu bebé pueden hincharse o enrojecerse, favoreciendo la salivación frecuente. Incluso puede experimentar insomnio e irritabilidad. Para ayudarlo con estas molestias puedes:
- Frotar sus encías con un dedo
- Darle un mordedor frío
- Aplicar una gasa húmeda en las encías
- Darle un analgésico para bebés (siempre bajo prescripción pediátrica)
Cepillado de dientes del bebé
El cepillado de dientes del bebé debe comenzar en las encías. Simplemente límpialas con una gasa húmeda. Los dientes del bebé no necesitan un cepillo de dientes, ya que es demasiado pronto para eso. Limpiar las encías de los dientes de leche a punto de salir es suficiente para eliminar la placa. «Cepilla» los dientes o las encías de tu bebé dos veces al día, especialmente después de comer y antes de acostarse. Una vez que los dientes de leche hayan salido completamente, puedes usar un cepillo de dientes apropiado. El cepillo de dientes adecuado debe ser suave, con el cabezal pequeño y de mango ancho.
Las caries en los dientes de leche es un problema en la niñez que, por diferentes razones, no le damos importancia. Como bien sabrás, las personas, a lo largo de su vida, tienen dos sets de dientes.
Como ya hemos comentado al inicio del artículo, los primeros dientes salen a partir de los seis meses de vida. En esta etapa, conocida con el nombre de “dentición”, salen los dientes de leche, erupcionando en primer lugar los incisivos centrales inferiores. Con el paso de los años se completa esta primera dentadura.
Los dientes de leche existen porque la boca de los más pequeños, en la edad infantil, es de un tamaño reducido, y no podría contener una dentadura permanente.
Los dientes de leche necesitan de mucho cuidado, ya que son esenciales para conseguir una correcta alineación y conservar el espacio que van a necesitar los dientes permanentes. Los dientes de leche ayudan a preparar la mandíbula para que pueda contener a los definitivos.
Cuando los dientes definitivos se forman, las células, conocidas con el nombre de células odontoclastos, absorben la raíz de los dientes de leche de forma que los permanentes tienden a salir entre las encías. Al no tener raíz, los dientes de leche terminan cayéndose fácilmente.
Son muchos los adultos que piensan que no es necesario realizar cuidados en los dientes de leche porque, al final, se acaban cayendo. Lo que no saben es que esta idea equivocada puede provocar consecuencias importantes dentro de la futura salud dental de los niños. De hecho, una de las enfermedades que puede afectar a los dientes de leche son las caries, lo cual debe de ser un motivo de preocupación y una de las razones por las que acudir a nuestra clínica dental.
Normalmente, los niños que tienen caries en los dientes de leche cuentan con una mayor predisposición para sufrirlas en los dientes definitivos. Esto es algo preocupante y grave, por eso como especialistas en odontología infantil le aconsejamos que le inculque a sus hijos buenos hábitos de higiene oral en la infancia para que así los mantengan en la edad adulta y, especialmente, en la adolescencia, etapa en la que parece ser olvidado el cuidado dental.
Aunque la higiene bucodental empieza en la etapa de la erupción de los dientes, le aconsejamos que antes de que estos salgan, limpie las encías de su bebé usando un pañito húmero o mojado para así evitar que se queden restos de leche o alimentos en las encías. Una vez que ya salgan los dientes se deberá comenzar con el correcto cepillado oral.
Esperamos haberos transmitido la importancia de que sus hijos tengan una buena higiene bucal y le aconsejamos que los traiga a nuestra consulta periódicamente para prevenir futuros problemas.