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Aunque muchos los suelen confundir, hay marcadas diferencias entre el herpes labial y el afta. Saber diferenciar estas afecciones bucales es importante para comprender cómo se desarrollan y qué pasos debes seguir para evitar que aparezcan.
¿Qué diferencias hay entre el herpes labial y las aftas?

¿Qué aspecto tiene el herpes labial?

Un herpes labial se asemeja a una espinilla y generalmente se encuentra alrededor de la parte exterior de la boca. El herpes labial es muy contagioso y requiere tratamientos específicos y a veces complicados para eliminarlos. Aunque la mayoría de los herpes labiales no son una afección grave, pueden resultar potencialmente mortales para las personas con un sistema inmunitario debilitado debido a medicamentos u otras enfermedades contribuyentes.

Causas del herpes labial

El herpes labial se transmite por contacto viral. Se pueden transmitir entre las personas que entran en contacto cercano entre sí por medio de besos u otro contacto físico similar. El herpes labial también puede ser transmitido por personas que comparten cubiertos al comer o beber.

La mayoría de nosotros experimentaremos un herpes labial al menos una vez y muchos se exponen por primera vez al virus HVS-1 (la causa principal del herpes labial) cuando alcanzan la edad de cinco años. Si tienes el virus, no necesariamente significa que desarrollarás un herpes labial. Puede permanecer latente, pero aun así ser transmisible, incluso si nunca experimentas herpes labial. Un brote puede ser el resultado de cambios hormonales, estrés, sistema inmunitario debilitado, una infección viral, fatiga, incluso la luz solar directa.

¿Qué aspecto tienen las aftas?

Las aftas (también llamadas llagas o úlceras bucales) son como círculos blancos ovalados que se encuentra dentro de la boca. Pueden salir en el interior de los labios, en las encías, la lengua o el interior de la boca (mejillas). Pueden crecer y volverse extremadamente dolorosas, lo que dificulta comer, beber o hablar sin molestias. Pero a pesar del dolor, las aftas no son una afección grave y a menudo desaparecen en dos o tres semanas.

Causas de las aftas

Las aftas suelen aparecer como una señal de que no te estás cuidando lo mejor posible. Pueden desarrollarse si estás estresado o fatigado, tal vez no estás comiendo bien y te faltan ciertas vitaminas o nutrientes en la dieta, o si has comido alimentos que son altamente ácidos. También pueden ser causadas por una lesión en la boca que no se curó total o adecuadamente, como resultado de comer algo afilado como una patata frita o morderse el interior de la mejilla o la lengua por error. Los cambios hormonales también son una causa de las aftas.

Si eres propenso a tener aftas bucales, consulta con tu dentista de confianza para que te ayude a descubrir las posibles causas.

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