Cuando se realiza tratamiento de conducto radicular, el conducto radicular en sí requiere la extracción del tejido pulpar de los canales dentro de las raíces. Como resultado, la dentina que comprende la mayor parte del diente ya no está viva y con frecuencia tiende a oscurecerse con el tiempo. Esto se debe a los pigmentos sanguíneos que quedan de la extracción de la pulpa o, a veces, a los materiales de relleno del canal radicular.
El blanqueamiento de un conducto radicular o un diente tratado endodónticamente implica la colocación de un agente blanqueador en la cámara de pulpa vacía del diente descolorido. Hoy en día, el agente de blanqueamiento interno más común y seguro utilizado para esta técnica es el perborato de sodio.
El perborato de sodio es un agente liberador de peróxido de hidrógeno que cuando se mezcla con peróxido de hidrógeno acelera el cambio de color. En el caso de una decoloración severa, es seguro mezclar perborato de sodio con una solución de peróxido de hidrógeno al 3%.
Estas son las etapas clínicas para el blanqueamiento interno:
Examen radiográfico
Se necesita una radiografía (rayos X) para garantizar que el relleno esté intacto y selle adecuadamente el conducto radicular, así como para asegurar que el hueso circundante esté sano.
Preparación de la cavidad
Se practica una pequeña cavidad (orificio) en la parte posterior del diente donde el canal de la raíz original entró en la pulpa. El espacio de la pulpa debe estar completamente limpio de residuos y manchas. El canal por encima del conducto radicular se limpia y se irriga.
Sellado “cervical”
El extremo superior del relleno del conducto radicular se sella con una resina especial para evitar que el agente blanqueador se filtre en el relleno del conducto radicular. Esto crea un doble sello.
Aplicación del agente blanqueador
Se aplica el agente blanqueador a la cámara de pulpa vacía, se cubre con una bolita de algodón y se sella con una restauración temporal adhesiva. Este procedimiento se repite cada tres o cuatro días hasta que el blanqueamiento sea exitoso.
Saneamiento de la pieza
Una vez que se ha logrado el cambio de color deseado, se requiere un saneamiento permanente de la pieza que selle la dentina. La cavidad de acceso se restaura con una resina compuesta (material para empastes del color del diente) que se adhiere al esmalte dental y la dentina.
El blanqueamiento interno es una opción más conservadora en comparación con la restauración con carillas o coronas, pero a veces se usa para blanquear los dientes antes de la aplicación de estas técnicas para evitar que se vea la decoloración del diente natural. Además, es posible que se requieran carillas o coronas de porcelana no solo para lograr un color mejor, sino también para fortalecer un diente tratado con el tratamiento de conducto radicular.