Por lo tanto, el cepillado nocturno es el más importante para evitar el contacto prolongado de nuestros dientes con los alimentos, lo que conduciría a un aumento de los problemas dentales. Al disminuir la capacidad reguladora del pH de la saliva, es importante el cepillado después de cenar a fin de evitar la agresión ácida sobre el esmalte.”
Más de quinientos tipos de bacterias
En nuestra boca se encuentran unos seiscientos tipos de bacterias, y aunque algunas son beneficiosas y ayudan a mantener el equilibrio de la flora intestinal, otras nos predisponen a enfermedades como la periodontitis, la gingivitis o la caries. El Streptoccocus Mutans, uno de los causantes más comunes de caries, obtiene su energía de lo que ingerimos, y es capaz de aprovecharse de casi todos los hidratos de carbono: glucosa, sacarosa, fructosa, maltosa, galactosa, rafinosa e incluso el almidón. Las bacterias intentan fijarse de continuo a nuestros dientes, pero la lengua, el cepillado y la saliva frenan ese proceso.
Las bacterias producen ácido de manera continua, y la única forma de deshacerse de esa película de placa es cepillándose dos veces diarias —mejor tres— para eliminar los subproductos ácidos que pueden provocar caries. La cantidad de bacterias que tenemos en la boca es altísima incluso después del cepillado, por lo que es importante mantener a raya ese crecimiento bacteriano para que no llegue a patología. ¿El método más rápido para facilitar la proliferación de estos microorganismos? Olvidar el cepillado nocturno. Además, si te acuestas sin lavarte los dientes, tu aliento amanecerá con un olor insoportable.
Media hora después del último bocado
Algunas personas tienen la costumbre de cepillarse inmediatamente antes de irse a dormir, y otras lo hacen justo después de comer. Los expertos se inclinan por la segunda opción, aunque con matices: si la cena ha sido a base de elementos ácidos, lo mejor es cepillarse una media hora después, una vez que el pH haya vuelto a la normalidad. Según Yanfang Ren, el odontólogo del centro médico de la Universidad de Rochester, afirma que el ácido suaviza la parte exterior del esmalte, por lo que un cepillado inmediato lo ablandaría, provocando desgaste.
Qué hacer ante un olvido
No hay gran peligro si una noche no cepillamos los dientes, pero no debe tomarse como costumbre. La única consecuencia sería la maduración de la placa, la cual sería más difícil de eliminar con posterioridad.
Si te has olvidado, sin embargo, asegúrate de cepillar bien por la mañana.