El estrés es el asesino silencioso de nuestra época. Esta estrategia de supervivencia, tan apta para los tiempos prehistóricos, se ha convertido en la pesadilla de nuestra sociedad actual. Contribuye a problemas del corazón, al asma y a la diabetes, a la obesidad, migrañas, ansiedad y problemas gastrointestinales. Está bastante claro que cualquier cosa que podamos hacer para reducir nuestros niveles de estrés es buena.
Como era de esperar, el estrés también afecta negativamente a nuestra salud bucodental. Aquí os contamos las siete maneras principales que tiene el estrés de afectar a la salud de nuestra boca.
El bruxismo
El estrés y la ansiedad pueden hacer que rechines los dientes mientras duermes, algo conocido como bruxismo. Este hábito puede causarte daño dental permanente, ya que desgasta el esmalte y puede hasta ocasionar fracturas en tus dientes. Por otro lado, también causa molestias en los músculos mandibulares, lo que te hará más difícil el masticar, morder y deglutir.
Unos hábitos alimenticios poco saludables
Cuando el estrés y la ansiedad nos superan, solemos recurrir a comidas de confort poco saludables. Las comidas azucaradas no sólo son malas para nuestro organismo en general, sino que incrementan el riesgo de desarrollar caries.
Hormonas
El estrés afecta negativamente a tus hormonas. Una de las maneras principales en que tus hormonas reaccionan es reduciendo la producción de saliva, secando tu boca. Si tu boca está excesivamente seca, tus dientes se dañarán al acumular placa con más rapidez.
Úlceras, aftas y llagas
Las hormonas también pueden reducir la capacidad de respuesta de tu cuerpo ante las infecciones, lo que puede llevar a úlceras y aftas en tu boca. Estas heriditas dificultarán tu rutina de higiene oral, pero eso no significa que puedas descuidarla: mantener tu boca sana y limpia es una parte importante del sanado de las úlceras.
Afectando tu habilidad para curarte
El estrés altera la forma natural de curarte. Es posible que los tratamientos dentales no sean tan efectivos como deberían si estás lidiando con un estrés considerable.
Interfiriendo con tus visitas rutinarias al dentista
Mientras que el cuidado dental profesional debería ser una de nuestras prioridades, es normal que cuando estemos estresados nos lo tomemos con menos seriedad. Saltarnos citas con el dentista para chequeos puede llevarnos a mayores riesgos de gingivitis, caries, infecciones periodontales o incluso problemas aún más serios en el futuro.
Todos experimentamos el estrés en estos tiempos ajetreados, pero si tu estrés es extremo o consistente, tu salud oral y general se verán muy afectadas. Si tu estrés es continuo, habla con un profesional de la salud mental para que te ayude a encontrar formas de lidiar con el mismo.